miércoles, 10 de marzo de 2004

He encontrado este artí­culo en el periódico Hoy

Cáceres es una de las provincias de España que conserva más rollos y picotas El Museo los da a conocer en una exposición Algunos se usaron de horca y para mostrar cabezas El de Trujillo es el más grande de Extremadura SERGIO LORENZO/CÁCERES Se cuenta que a mediados del siglo XVIII el bandolero Quesada desvalijaba a diestro y siniestro en la comarca de Trujillo. Este hidalgo se convirtió en bandido tras matar a dos alguaciles en una discusión, y llegó a ser tanto su atrevimiento que en una misa de la parroquia trujillana de San Martín obligó al sacerdote a que pronunciara en la lista de difuntos el nombre del corregidor, que se descompuso al escucharlo. Se puso precio a la cabeza del bandolero y corría el año 1766 cuando fue ajusticiado. El método para acabar con su vida fue la horca y el lugar elegido el rollo de Trujillo. La hermosura del rollo de Trujillo (que no debió ser tanta para Quesada), destaca en la actualidad en una exposición que se puede admirar en el Museo de Cáceres, que lleva por título: 'Los árboles de piedra. Rollos y picotas de la provincia de Cáceres'. Esta exposición llama la atención sobre el valor histórico y cultural de estas estructuras de piedra, la mayoría de ellas levantadas en la Edad Medía, que indicaban que la localidad en la que se erigía era una ciudad o villa con Ayuntamiento, y que en ese lugar se impartía justicia. Las picotas o rollos de jurisdicción eran lugares en los que se podía castigar públicamente a un delincuente. Aquí se les ataba y exponía si el delito no era muy grave, pero en estos lugares también se ahorcaba o se exponía la cabeza cortada de un criminal o traidor. Las picotas, lugar de aplicación de justicia, eran también el símbolo del poder real o de los nobles y por eso muchas de estas columnas de piedra tienen escudos reales o de linajes. La muestra del Museo de Cáceres se debe en gran parte al esfuerzo de dos hermanos: de Demetrio y Emilio González Núñez que llevan más de 15 años estudiando estos símbolos de poder, y de Juan Manuel García Rol, autor del libro 'Los rollos jurisdiccionales en la comarca de Trujillo', publicado hace un año. García Rol está interesado en los rollos desde niño, cuando veía desde la escuela de Madroñera el de esta localidad, que se levantó en el siglo XVI y que está rematado con los escudos de los Santa Cruz, señores de la villa desde finales del XVI. Estos especialistas indican que la de Cáceres es una de las provincias de España con más rollos jurisdiccionales. Tiene más de cuarenta. Hay en Logrosán, en Deleitosa, Cabañas del Castillo, Garciaz, Mesas de Ibor, Belvís de Monroy, Saucedilla... Esta riqueza se debe a la desobediencia. Estas localidades no hicieron caso a la orden de las Cortes de Cádiz de tirarlos. Gracias a ello podemos admirar el de Ceclavín, de estilo manuelino; el raro de Mesas de Ibor que recuerda a un menhir; o las curiosas caras del de Tornavacas. En esta provincia se encuentra el rollo más grande de Extremadura, el de Trujillo, y también el último que se construyó, en Hervás, que data de 1818. MÁS INFORMACIÓN I Conferencia mañana, a las siete y media de la tarde, en el Museo, por los autores del trabajo. La exposición está abierta hasta el 2 de mayo (cierra los lunes).